Charles Bukowski probablemente iba borracho cuando escribió esto (y probablemente también era de noche):
tendría que haber un lugar adonde ir
cuando no puedes conciliar el sueño
o estás cansado de emborracharte
y la hierba ya no da resultado,
y no me refiero a pasarse
al hachís o la cocaína,
me refiero a un lugar adonde ir aparte de
la muerte que aguarda
o un amor que ya no
funciona.
tendría que haber un lugar adonde ir
cuando no puedes conciliar el sueño
aparte de un televisor o una peli de cine
o comprar un periódico
o leer una novela.
es no tener ese lugar adonde ir
lo que crea la gente que ahora está en los manicomios
y los suicidas.
supongo que lo que hace la mayoría de la gente
cuando no hay adonde ir
es ir a algún lugar o hacer algo
que no les satisface ni de lejos,
y ese ritual tiende a desbastarlos
hasta permitirles seguir adelante de alguna manera
incluso sin esperanza.
esas caras que ves todos los días por la calle
no fueron creadas
del todo sin
esperanza: sé amable con ellas:
al igual que tú
no han
escapado.
Me pregunto cómo es posible que yo, años después de la publicación de este poema, también pueda estar preguntándome adonde puedo ir cuando no logro conciliar el sueño.
La vida en sí es un milagro, pero que la soledad y el abandono del alma sean tan constantes, esto sí que es un milagro. Somos todos unos estúpidos egoístas que nos pasamos el día con otra gente solo para corroborar nuestro egocentrismo. Creemos que somos simpáticos y agradables, pero lo cierto es que esto es lo que nos gustaría ser. Es cuando estamos solos cuando llegamos a ser quienes somos realmente.
Nos cuesta comprender que no somos un cuerpo físico ni un icono ni una rosa; más pronto que tarde la piel que recubre nuestras entrañas también acabará por marchitarse y entonces ya será demasiado tarde para hacer florecer aquello que ya está más que muerto. ¡Cuánto tiempo perdemos intentando hacer aquello que se supone que debemos hacer y que podríamos aprovecharlo haciendo aquello que queremos hacer! ¡Cuánto miedo se esconde entre nuestros huesos, y qué ruidosos son esos silbidos que nos instan a no arriesgarnos, a no perder, a no intentar! Y cuántas lunas nos cuesta entender que todo es fruto de lo que pensamos; y ya no es nuestro cerebro el dueño de nuestros pensamientos, si no nuestro ser espiritual, nuestra consciencia.
En medio de este barullo de ruidos ensordecedores, la noche tiembla. Hemos perdido la fe y vagamos como marionetas por las calles de las ciudades, creyendo que nuestros pies siguen un camino correcto, previamente establecido y que desembocará en un atardecer luminoso. Lo cierto es que cuando el titiritero se canse de nosotros, no habrá más final posible que la desesperación del desamparo. No podemos ni intentar salir corriendo, ahora que vemos la verdad: nos han ligado bien fuertes los cordones de los zapatos y nos han abandonado en el polvo.
Quizá las personas hemos dejado de ser reales. Ya no sabemos ni a qué sabe eso de ser uno mismo y pensar por sí solo. Y por esto creo que el verde de las plantas, el ardor del sol y la luz de los riachuelos es lo único que tenemos, lo único que realmente tenemos. Es el vestigio más preciado de la humanidad y representa todo aquello que podríamos ser si nos dejásemos envolver por los pequeños y merecedores placeres de la vida. La pureza de aquello que es natural puede hacernos conectar con nuestro real ser.
Supongo que Charles Bukowski escribió este poema porque necesitaba un lugar en donde existiera aquello que no es.
Es obligatorio leerte la entrada con la música que yo voy poniendo de fondo. Gracias :)
Oh Dios, Hallelujah es vida.
Sir Patrick Moore era un astrónomo británico muy famoso. Tenía un programa en la BBC llamado <<Sky at Night>> que se mantuvo en antena más de cincuenta años. Pues resulta que el 1 de abril de 1976, sir Patrick Moore anunció en el programa que en el cielo estaba a punto de suceder algo grande. Que exactamente a las 9.47 de la mañana, Plutón pasaría justo por detrás de Júpiter en relación con la Tierra. Explicó que era una alineación excepcional que significaba que la combinación de la fuerza gravitatoria de esos dos planetas contrarrestaría temporalmente la gravedad de la Tierra, razón por la cual todo el mundo pesaría menos. Lo denominó <<efecto gravitacional de Júpiter-Plutón>>. Patrick Moore explicó a los espectadores que podían experimentar el fenómeno saltando justo en el preciso instante en que se produjera la alineación. Si saltaban, se sentirían livianos, como si estuvieran flotando. A las 9.47 dijo a todo el mundo: <<¡Saltad!>>. Y esperó. Transcurrió un minuto y la centralita de la BBC se colapsó con cientos de llamadas de gente diciendo que lo había notado. Una mujer llamó desde Holanda para decir que su marido y ella habían flotado incluso por su habitación. Un hombre llamó desde Italia para decir que sus amigo y él estaban sentados alrededor de una mesa y que todos, mesa incluida, se habían levantado del suelo. Otro llamó desde Estados Unidos para explicar que sus hijos y él habían volado como cometas por el jardín de su casa. Claro que no sucedió ningún efecto gravitatorio Júpiter-Plutón: todo fue una inocentada.
Tenemos que reaprender lo que es gozar. Estamos tan desorientados que creemos que gozar es ir de compras. Un lujo verdadero es un encuentro humano, un momento de silencio ante la creación, el gozo de una obra de arte o de un trabajo bien hecho. Gozos verdaderos son aquellos que embargan el alma de gratitud y nos predisponen al amor.
Ernesto Sabato.
No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes. No reabras la herida que ya cicatrizó. No revivas los dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante, pon tus fuerzas en construir una vida nueva, orientada hacia lo más alto, y camina de frente, sin mirar atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin pensar en la noche que pasó.
TORRES PASTORINO
No quiero buscarte en otros besos,
no quiero encontrarme en otros brazos,
no quiero volver a sentir lo mismo,
porque nada será igual.
Las luces de Navidad seguirán encendidas
hasta que desees irte...
Se han acabado las lágrimas, las decepciones de medianoche, las noches sin fin, las canciones antiguas que nos hacían pensar en tiempos mejores. Hace días que no vemos el amanecer y los mares quieren quedarse sin peces; todo está tan seco y muerto que parece que alguien se haya dedicado a extraernos cada uno de nuestros pétalos. Estamos tan acostumbrados a dibujarnos una realidad sobre el papel que acabamos creyendo en ella, y nos la comemos igual. Ya no se puede hacer el amor, y este infierno parece teatro... En aquella habitación había tres cosas vacías: una caja de cigarrillos, dos ojos y su corazón. El humo no hacía más que difuminar los bordes puntiagudos de nuestra cama y la convertía en uno de esos palos de azúcar que venden en la mayoría de ferias. Nos creamos nuestra realidad, la pintamos y la sellamos con besos: pretendíamos comer al mundo, pero acabamos comiéndonos entre nosotros. Y después... Después se acercó el vacío, e inexplicablemente, parecía llamarnos. Nos miraba como mira un león a su presa, nos miraba como miramos nosotros a la muerte; como no veíamos otro futuro que el nuestro, nos tiramos juntos. La caída fue tan descabellada que nos quedamos más vacíos que esa habitación construida en ese mundo onírico en el que habíamos puesto tantas esperanzas. El impacto fue lo peor: nos dañamos las rodillas y la sangre parecía formar un camino de rosas. En ese momento, nos dimos cuenta de que todo lo que habíamos hablado, pensado, amado y construido se desmoronaba en cuestión de segundos, y que no se necesitaban catástrofes naturales ni balazos para destruir a una persona: bastaba saber decir lo indicado en el instante indicado. Nos tocamos y descubrimos que eramos personas y eramos reales. La idea que habíamos planificado estaba cayendo: no eramos ella. Nos habíamos rodeado de metáforas y de mentiras que no habían hecho más que separarnos de nosotros mismos. Parecíamos dos estrellas danzando en el limbo... Los tejados quedaron en ruinas esa misma noche y las estaciones pararon sus relojes. Se detuvo el tiempo en el universo y nosotros bailábamos. Creíamos que estábamos modificando el mundo, pero cuando nuestros cuerpos se empezaron a fundir, nos convertimos, de nuevo, en polvo. En polvo de estrellas. Y, entonces, llegó el invierno más frío de todos los tiempos. Las heridas no cicatrizaban (de ellas caía más sal que la de todo el Pacífico) y nuestros ojos se vaciaron por completo: dejamos entre aquellas ruinas todo lo que pudo haber sido, con un cierto dramatismo, intentando buscar esas excusas que siempre nos habían salvado. Nuestras vidas habían coincidido en un fugaz e inoportuno punto y parecían estar a punto de separarse, aunque vislumbrábamos una oportunidad en medio de ese ardiente fuego...
Y volvimos a la normalidad. A las tardes delante una pantalla. A los sábados de arreglarnos con vestidos y salir para intentar conquistar el mundo. A los domingos de dejar de querernos para pensar más en nosotros mismos. A las mañanas donde todo parecía posible y a esos atardeceres tan agrios que podían destruirse tocando una sola nota. Continuamos sin saber qué hacíamos aquí, pero ya ni nos importaba... Llevábamos la nada habitando en el alma. Cuando mirábamos al futuro solo veíamos días grises. Todos esos proyectos habían perdido la valúa y no había nada por lo que mostrar ilusión. Eramos blancos como la sal y estábamos tan míseramente perdidos que intentamos compensar el dolor como fuese, pero no había cura para aquello.
Así que, sin poder salvarnos de la tristeza, desenterramos esas excusas y volvimos a bailar como cada noche, en los tejados, siendo estrellas, al son de la luna.
¡Hola, qué tal la vida, a mi muy bien, gracias por preguntar! ¡Duermo cinco horas diarias! ¡No leo algo que me guste ni escribo desde hace casi literalmente un año! ¡Estoy perdiendo a mucha gente porqué mi comportamiento y forma de ser puede llegar a ser detestable! ¡El futuro se me antoja más agrio que el vino! Pero, a veces, al hacerse tarde, cuando vuelvo caminando de música porqué sí, y cuando siento el viento en la cara y me cruzo con aquella chica y nos saludamos con un toque de cabeza, y cuando miro al cielo y lo veo demasiado blanco... A veces, en aquel momento, todo es posible. Supongo que todos tenemos nuestros momentos que hacen que no nos rindamos y nos instan a seguir adelante.
En realidad va como siempre. A veces me parece que llevo unos dos años viviendo siempre el mismo día. Es todo tan igual... Oh, vamos, quiero coger un tren y que me lleve a cualquier sitio donde nadie me conozca. Escapar de esta ciudad.
Es todo como muy confuso. Me refiero a ese momento en el que tu mente y tus pensamientos te acechan y tu sientes como que te ahogas. Ese momento en que no sabes si hacer caso a todos esos gurús espirituales que aseguran que el dolor pasará cuando consigamos enfrentarnos a él o hacer caso a esa parte de nosotros que nos dice que lo obviemos.
Pero como estoy aquí, estoy viva y no tengo nada mejor a hacer... ¿Qué mejor idea hay que ilustraros con todos los regalos que he ido recibiendo durante la Navidad? Ninguna.
(lo siento, hoy me pilláis con un humor de... ¿perros?)
Nota muy a parte: recibo regalos de muchísimos familiares que solo veo por esas épocas.
Nota demasiado a parte: no soy buena fotógrafa.
COSITAS CHACHIS
Todo el mundo sabe qué son todas estas cosas. La mitad me lo regaló mi hermana y la otra mitad mi madre y mi abuela. Creo que las pulseras son de Stradivarius, y todo lo otro está comprado en tiendas de mi ciudad. Está todo en la misma foto porqué era bastante poco ingenioso hacer una por cada pulsera y al colgante y al pen y a lo que sea. Por cierto, eso de allí arriba es un jabón para las manos y huele super bien. Demasiado. Es olerlo y que te alegre el día.
Además va con frases "positivas" y es muy mono. La felicidad consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y algo que esperar. ¡Sé feliz!
Bueno, estos calcetines/cosaqueseponealospies también podrían ir a la primera foto, porqué realmente no nos muestran nada especial, pero eran demasiado grandes y... No cabían. No sé cómo se llama a esto, pero principalmente son unos calcetines que hacen la función de zapatillas de estar por casa. Realmente, son bastante cómodos y puedes poner los pies al sofá y tenerlos calentitos y nadie te dice nada. Yo ahora los estoy usando porqué he perdido temporalmente las zapatillas que usaba para ir por casa. No sé cómo se puede perder eso.
CD "FIRE WITHIN" DE BIRDY
¡Me llevaron Fire Whitin! No me esperaba un CD de Birdy, pero abrí un paquete y allí estaba. Nunca he considerado a Birdy como una de las artistas indispensables en mi vida, sino como ese tipo de músicos que tienen temas que vas escuchando de vez en cuando y piensas oh, qué canción más bonita. Creo que el disco me sorprendió bastante. Ya sea por las canciones, la cualidad, el diseño... Realmente, no lo sé, pero estuve escuchándolo como cuatro veces seguidas en una sola noche y ya pasó a mi lista de discos favoritos (es una lista mental). Os juro que todas las canciones que contienen valen mucho la pena. Y si os gusta ella y os gusta su música... Es perfecto.
LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO, DE STEPHEN CHBOSKY
La verdad es que como estoy pasando una crisis literaria(?) tan y tan grande, decidí que quería "Las ventajas de ser un marginado", que seguramente ya ha sido leído por la mitad de las personas que leerán esta entrada porqué el libro se ha hecho muy famoso. Y después han hecho la película con algunos actores conocidos y... ¡BUM! Éxito. Me lo recomendaron personalmente y te lo recomiendan en cualquier reseña, así que lo pedí porqué quizá la novela adolescente puede conseguir que mi pasión por la lectura reviva. No estoy segura.
VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA, DE PABLO NERUDA
A lo largo de mi vida he leído muy poca poesía, poquísima. Supongo que en este género no hay más clásico que "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" de Neruda, considerado uno de los mejores poetas chilenos y del mundo. Tengo bastantes ganas de leerlo. Mirad, si hasta os he fotografiado el principio de un poema para que podamos compartir tan bellas palabras todos juntitos:
¿Por qué no ponen el signo de interrogación delante de la frase? ¿Por qué?
BUFANDA BLANCA (?)
Pongo esto porqué sino me parece un desprecio. Es el único regalo que no me ha acabado de gustar. Sí, es verdad, por algo no la he cambiado, pero es que nunca sabes cuando vas a poder necesitarlo (y es ley de vida saber que casi nunca se tiene todo lo que se quiere). No me gusta el tacto ni la forma con la que se amuebla al cuello. Aunque a decir verdad, el color este beige/blanco, tampoco me dice nada... Sed conscientes de que esto solo es mi humilde opinión que... ¡A nadie le importa!
AGENDA + STABILO
(no, los rotuladores no son una decoración. forman parte del regalo y eso)
Bueno, supongo que todos habréis usado un Stabilo al largo de vuestras vidas, así que considero que no necesitan mucha explicación.
Y lo otro es...
(juro que la abrí por la página de mi cumple) FELICITADME EN JUNIO, HARÉ 15 Y SE ESTARÁ ACABANDO EL CURSO Y POR FIN PODRÉ DEJAR DE HACER TECNOLOGÍA, así que felicitadme.
¡Es una agenda!
Os juro que busqué por muchas tiendas alguna que me gustase, pero actualmente el mundo está sumido en los productos Mr Wonderful, y no me gusta la agenda Mr Wonderful, así que fue difícil encontrar algo que se adecuase a la idea mental de lo que yo quería. Hasta que encontré ésta. Me encanta su tacto, y el azul, y el estampado.
Tiene una plana por día y al final un bolsillo con listas y direcciones de la gente... Sinceramente, es muy práctica. Me la pedí porqué yo siempre, o casi siempre (porqué voy dejando semanas en blanco y me digo ya las llenaré mañana, y no sé qué pasa, pero mañana nunca llega mañana), al acabar el día, me siento en la cama, cojo bolígrafo y voy copiando a mano todo lo que he vivido o pensado en ese día. Es una especie de diario que voy escribiendo, pero no por la típica ridiculez de explicarle mis secretos a algo, sino porqué, sin darnos cuenta, en nuestro día a día pasan muchas pequeñas cosas que acabamos olvidando con el paso del tiempo. Mi objetivo es que ningún día de mi vida se acabe perdiendo... Llevo dos años haciendo esto, y os juro que cuando cojo mi agenda de primero de la ESO y leo lo que para mi, en aquellos tiempos, eran problemas, me parecen todos demasiado poco importantes. Lo peor es que la yo del pasado estaba triste por algo que la yo del presente ni recuerda. Y cosas así.
Bueno, y también está que es algo muy curioso e interesante de hacer. Si llego a los ochenta, me gustaría tener algún vestigio de mi infancia (o adolescencia).
El único pego es que me paso como media hora escribiendo aquí porqué las páginas son grandes y no puedo evitar enrollarme... Sé que os preguntaréis que por qué no lo hago a ordenador, para ir más rápido y cansarme menos. La respuesta es simple: escrito a mano se convierte en algo mucho más personal.
Veis, aquí podéis comprobar cómo de cutre puedo llegar a ser. Hasta intenté hacer buena letra pero me salió como infantil. Cuando ves mi libreta toda escrita puedes llegar a pensar que tengo una buena caligrafía porqué está todo muy mono, pero si te pones a leer lo que hay escrito... No diferenciarás t de l y a de e. A mi me pasa y es mi letra.
PENDIENTES
Si dependiera de mi me hubiese comprado unos enormes aros, pero depende de los Reyes Magos. Son bastante pequeños, y como no tenía ningunos de mida reducida, me los acabé quedando. Ahora mismo los llevo puestos. La verdad es que tengo bastantes pendientes y siempre me pongo los mismos. En fin. Que dejando de lado el tema de la mida, ya que esto es gusto personal, no os recomiendo estos aros que se cierran con roscas. Más que nada porqué el aro gira y la rosca se acaba viendo y no es estéticamente bonito. No tengo manías con esto. Pero si podéis elegir a la hora de compraros unos aros, intentad que sean de una tirada.
Ahora, los del signo de la paz son monísimos.
UN RELOJ
(sí, hice las fotos a la una y veinte de la mañana... y todavía iba con pijama)
Yo de pequeña siempre llevaba un reloj digital azul marino. Le tenía mucho cariño y lo llevé cada día de mi vida durante unos tres años. Pero un día lo perdí, y no me volví a comprar otro. Así que empecé una vida nueva sin relojes pero con aire en las muñecas. Hasta que pensé que quería uno, porqué si no lo necesitaba era porqué siempre tengo a mano el móvil, y como no me gusta parecer dependiente, me compré éste. Buscaba algo tipo Daniel Wellington. Muy minimalista. El caso es que media España tiene un Daniel Wellington y solo lo podía comprar por internet y no me quería arriesgar por si después no me iba o no me gustaba el color o la forma. Fue un poco difícil encontrar uno porque muchos eran de piel y no quiero llevar algo muerto en las muñecas. Hasta que vi éste. Primero el color no me acabó de gustar, pero la correa puede cambiarse fácilmente, así que esto no fue problema (y es que cada día me gusta más). Es muy práctico para el día a día, y aunque no debe tener la misma cualidad de Daniel Wellington, es mucho más barato. No me importa. Yo solo quiero algo que me dé la hora.
(aunque puede llegar a ser un engorro porqué en clase te preguntan qué hora es una vez cada cinco minutos)
CRIMEN Y CASTIGO, DE FIÒDOR M. DOSTOIEVSKI
En mi familia pasan cosas muy curiosas. Nos regalamos entre nosotros los libros que todos queremos leernos. Es como Anda, Diana... ¡Dostoeivski ya, ¿eh?! Yo me lo quería leer, éste... *guiño, guiño*. Pero me lo paso muy bien. Realmente, mis comidas familiares son de película. Mantenemos cinco tipos de conversaciones que serían 1) algo relacionado con la política, 2) comentar la vida de la otra gente, que en realidad ni nos viene ni nos va, 3) explicarnos las anécdotas de nuestras vidas y reírnos de nuestros propios fallos, 4) psicoanalizarnos y explicarnos teorías y conceptos filosóficos y 5) hablar con espíritu crítico sobre el sistema, la sociedad y la historia. No siempre son geniales, claro. Pero por regla general, no me aborrecen las comidas familiares.
En fin, que me cayó "Crimen y castigo" y me quedé pensando que me leería el libro de aquí mucho. En serio, me lío con los argumentos de los libros del instituto... No creo que esté "preparada" para adentrarme en Dostoievski, que es un clásico. Quizá lo intente, pero en verano.
COLONIAS
Prácticamente nunca me ponía colonia, y aún teniendo estos dos frascos, sigo sin ponérmela. Yo pedí la de Lady Rebel y, casualmente, recibí otra. Además, las dos son rosas y las dos se parecen bastante. ¡Llevo toda la vida sin una sola colonia y en dos días de diferencia me regalan dos!
Sinceramente, ambas están muy bien. De hecho, yo no me ponía colonia porqué me mareaba el olor, pero en éstas no molesta. Y os lo digo yo, que no llevo lip gloss ni la raya ni nada. Tocas mi piel y tocas piel.
CALENDARIO CON FRASES DIARIAS
"Tingues més del que mostres, parla menys del que saps"
Shakespeare.
Llevaba mucho tiempo queriendo un calendario así con frases. Confieso que a veces las citas no son tan buenas, pero hay algunas que te cambian el día y te ayudan a darle una nueva perspectiva a todo. Os juro que algo tan pequeño como esto hace que me despierte y lo primero que haga sea mirar qué frase toca hoy: después intento aplicarla a lo largo del día. Realmente, está muy bien.
Sé que el mío está en catalán, pero también los venden en castellano y es algo que tienen en la mayoría de librerías.
Por ejemplo, la frase de hoy, bastante aplicable a una película que vi ayer ("un ciudadano exemplar"), da para reflexionar y te saca ideas y voz: cuando la legalidad no es justa, es de justicia transgredir la legalidad.
Y así todos los días.
Es un capricho, vale, pero es algo que recomiendo con mucho ímpetu.
"Estima las limitacions perquè són la causa de la inspiració"
EL ATLAS DE LAS NUBES, DE DAVID MITCHELL
Esto solo promociona la película.
La verdadera tapa es:
La verdad es que me recomendaron el libro y la película, así que aquí lo tengo. Por cierto, por si no lo habíais notado, es lo que estoy leyendo ahora. Es que mi punto de libro es muy... Bonito. Así que os puedo explicar un poco mi experiencia. El libro cuenta 6 historias en este orden: 1-2-3-4-5-6-5-4-3-2-1, y están relacionas entre ellas. El principio es un poco aburrido si lo comparas con todo lo que le sigue (pero tranquilos, todos habéis leído cosas mucho más aburridas) y a medida que avanza la trama, el libro te absorbe por completo. Ahora mismo yo estoy absorta por completo en él. Es normal decir que Mitchell escribe maravillosamente bien y que lo hace con una pasión innata. De verdad, cuando lees El atlas de las nubes, entras en otro mundo. Es una novela trepidante, inteligente, imaginativa y, aunque no llevo más de 200 páginas de unos 600, os lo puedo recomendar con total seguridad.
A mi me han pasado tres cosas que hace que no disfrute tanto la novela, aunque es mi culpa.
1. Solo la leo el fin de semana y normalmente, no mucho. Durante el día no tengo tiempo y además, cuando tengo tiempo, leo los del instituto. Por esto he tenido un problema con el argumento, y es que hay algunas partes que no he acabado de entender. Que se me han escapado. Lo que me pasa es que a veces no recuerdo algunos detalles porqué no leo de una manera constante. Sí, puedo volver atrás, pero digamos que voy avanzando a trompicones (menos cuando me engancho y leo cincuenta páginas de un tirón).
2. David Mitchell me jode la vida cada vez que termina de contar una historia. ¿Sabéis lo típico de cortar un capítulo cuando llega lo más interesante? Pues esto multiplicado por cien, teniendo en cuenta que debes leer decenas de páginas hasta llegar otra vez a la historia determinada y poder retomar lo que te mantenía en intriga. Odio esto. Lo odio tanto que no he podido resistirme a avanzar páginas hasta que vuelve a aparecer el caso de Luisa Rey. Hay cosas que uno no puede evitar.
3. Buscando información de los actores de la película por internet (Frobisher es amor) me tragué un spoiler gigantesco y horrible y que me destrozó, creo yo, un final. Que por cierto, hay una película basada en el libro:
Si lo miras y pretendes leerte el libro mejor que no lo mires. En serio. Te vuelves loco intentando identificar las partes y muchas veces todavía ni las has leído.
De verdad que os recomiendo mucho "El atlas de las nubes". No encuentro adjetivos. Es fantástico. Y todos los personajes son super adorables. Te enamoras a cada página.
Hasta me he planteado dejar de banda todas las obligaciones del instituto/música/ymásmierda para dedicarme solamente a leerlo.
TRILOGÍA EXTRAÑA DE ISABEL ALLENDE
Creo que me los llevaron porqué estoy obsesionada con Chile, porqué no he probado nunca a Isabel Allende y porqué la temática de los libros va muy conmigo. La verdad es que no puedo deciros muchos sobre ellos. He buscado un poco por allí y todo el mundo los pinta bien. Tengo ganas de leerlos, sinceramente. Además, hace mucho que no leo ninguna trilogía.
CALENDARIO MR WONDERFUL
¿Os dais cuenta de que es la tercera cosa que os enseño que tiene marcados los días del año? ¿Os dais cuenta de mi fanatismo para organizarme la vida?
No tengo nada en contre de Mr Wonderful aunque todo lo que hagan me parezca "filosofía barata". Yo solo quería un calendario para ponerlo aquí, delante mío, en la pared, e ir apuntando todo lo que haré. Me va bien porqué tengo una visión extensa de los días y es bastante práctico. Nunca uso las pegatinas pero bueno, ahí están.
Algunas frases son demasiado cutres, pero prefería esto a un calendario sobre paisajes de la China. Además, me gusta que sea tan colorido.
813, DE PAULA BONET
Muchos conoceréis a Paula Bonet. Pues bueno, os presento a otro de sus libros de escritura-ilustraciones. Todo él está inspirado en la vida de Truffaut. Me lo compré porqué soy fan, muy fan, de Paula. Truffaut no me emociona, pero sí lo hace la manera en que ella nos cuenta sus historias, sus películas, sus diálogos. Es muy inspirativo y me encanta.
CIENTO VOLANDO DE CATORCE, DE JOAQUÍN SABINA
Yo reconozco que esto fue un capricho muy, muy grande, porqué los versos de Sabina no me gustan tanto como sus canciones. Creo que puso su verdadero talento en ellas, y no en sonetos. Aunque sean una genialidad, no es lo mismo. Pero bueno, Sabina para mi es algo demasiado grande, así que me quedé con su poemario.
POLAROID
Es el regalo más caro. De hecho, es mío y de mi hermana. Seguramente os estaréis preguntando qué tipo de cámara Polaroid es ésta, ya que no es la típica de toda la vida. A mi también me pareció raro, pero este estilo presenta muchas ventajas: puedes imprimir la foto de diferentes formas, con o sin bordes, ponerles efectos, guardarla... Vamos, que si estaba obstinada con la de colores neón era solo por... "postureo". La verdad es que la cámara está muy bien y es un detalle muy bonito poder imprimir la foto al instante porqué devuelves la vida a la fotografía de antes, a la comunión entre lo palpable y lo emocional. La única pega es que cada paquete de folios vale bastante, y todo es un gasto.
A mi primero no me acababa de convencer, pero la verdad es que está muy, muy bien.
Y bueno, a todo esto se le puede añadir ropa interior, chocolate y más chocolate y algún que otro billete... Y cuatro entradas para ir a la Pedrera en Barcelona.
Quiero puntualizar algo muy rápido. Hoy en día la gente hace viajes a la ligera. Cogemos aviones o barcos o nuestro coche y nos alejamos de nuestro lugar de origen. Lo más lejos que podamos. Es la religión del turista. Lo más lejos. Como si estar fuera de casa nos revelase algo magnífico. Sabina define esto como <<el sabio que cambió París por su aldea>>.
Muchas veces viajamos para ir a ese museo sin darnos cuenta de que al lado de casa nuestra también hay un museo como ese, pero nos obstinamos en querer cambiar de país, de idioma, de cultura. Entiendo que viajar es descubrir y aprender. Lo entiendo y coincido con esto (aunque yo no acostumbro a ir a ningún lado). Pero uno debe encontrar la felicidad en su casa, en su puerta, en su tierra. Vas a París. Turismo. Agencias. Museos. Gente. Torres Eiffels. Monumentos. Historia. Aprendizaje. Me parece perfecto. Pero después no puedes ir a ese prado que está al lado de tu pueblo y que todos los extranjeros alemanes visitan en agosto. No. Debes irte a Holanda, a Italia, a América. Lo que predico es que parece que viajemos como si esperásemos que unas horas de avión van a cambiarnos la vida. No es así. El espíritu de aquello que es natural va a cambiarte, va a cambiarte el amor, el asombro ante la belleza, el aprecio a lo que uno tiene. A mi me gustaría viajar, pero que nadie me toque mi casa, mi ciudad, mis costumbres, todo lo que tengo.
Yo me imagino que la gente vive con estrés y preocupaciones y viaja para descubrir páramos, ciudades importantes, conceptos históricos. Es bonito cuando uno está allí y contempla los lugares más magníficos de todo el planeta. Cuando los toca, los ve, los comparte. Pero esto no es más que un suspiro. Un punto y a parte. Porqué todos los turistas vuelven a su aburrida y monótona vida en su lugar de origen, ese que pocas veces han apreciado, y se pasan el año ilusionados por el viaje que harán en verano y que les va a cambiar la vida. Cada día, cada jornada, debería de ser un viaje.
Bueno, volvamos al tema. La Pedrera en Barcelona. Yo he ido muchas pocas veces a Barna y he visitado pocas cosas de allí (porqué cuando vamos nos pasamos el día comprando y comprando y comprando...). Mirad si hemos hecho poco turismo por Barcelona que, a parte de visitar muchas tiendas, las calles principales y pasarnos horas en Happy Books y en Motorbike, sólo habíamos ido a la Sagrada Familia, al Born y al Palau de la Generalitat.
En La Pedrera redescubrí a Gaudí. De pequeño era un ateo convencido y acabó muriendo creyendo en el más allá. Y eso de plasmar en arte la naturaleza me parece muy bonito. Sinceramente, sumergirte entre los pasillos de La Pedrera fue tan revelador como inspirador. Estuvimos tres horas allá dentro, escuchando los audiovisuales y viendo pasar trillones de turistas orientales, pero fue espectacular. Hace pensar. Cómo podía hacer esa arquitectura tan increíble. Cómo. Cuando se graduó, todo el mundo se preguntaba si se estaba graduando un genio o un loco.
No hice ninguna fotografía de la fachada principal. Creo que me daba pereza sacar la cámara. El caso es que aquí os dejo ésta de internet tan extremadamente preciosa.
Bueno, si no sabéis qué es La Pedrera, por esas horribles cosas de la vida, es un edificio modernista. El piso que tenían los amos es el que se puede visitar, pero en todos los otros vive gente. Es curioso, esto.
El tejado es lo más impactante. Os lo juro. Es tan genial que Gaudí puso los escalones dónde le dio la real gana, seguramente para darle más arte a todo, y si te descuidas te matas. En serio. Piensas que detrás de un escalón hay otro escalón, y no: hay el vacío.
Todo muy bonito.
Mirad a estos dos que salen aquí fotografiados. No saben que, por casualidad, están mi blog. Muchas veces me pregunto si yo también saldre in fraganti en el álbum de fotos de algún turista. Apuesto a que sí.
Había COLA, MUCHA COLA de gente para hacer una foto a esto. Os lo juro. Este ángulo con la Sagrada Familia se ve que tiene éxito. Pero es que mirad, no queda ni tan bonito. O es que no sé hacer fotos o es que somos todos unos hijos del postureo. Porqué sí, yo también hice la cola.
Y fin. Hice muchas más, pero soy vaga y no son buenas. Estas tampoco, pero bueno. Se pueden mirar, ¿no?
En fin.
Que salimos de aquí a las dos y nos estábamos muriendo de hambre y de sed y de todo y fuimos a un bar/restaurante a comer.
Bueno, y salimos del restaurante y decidimos ir a pasar la tarde por allí comprando y yendo a Happy Books y tal. Pero creo que estábamos tan cansados de piernas y de zapatos (porque esto sí, es todo muy bonito pero acabas con dolor por todos lados) que decidimos buscar otra actividad que no nos supusiera ningún movimiento. Así que fuimos a ver Mar i Cel de Dagoll Dagom. Creo que era la penúltima actuación que hacían y a mi me hacía bastante ilusión verlo, así que corrimos, casi literalmente, hacia un teatro del cual no recuerdo el nombre porqué faltaba un cuarto de hora para empezar. Cuando llegamos no quedaban entradas, claro, pero una chica de por allí nos revendió las suyas a un precio todavía más barato. Es que somos unos afortunados. Toda la gente comprando entradas durante las Navidades y algunos decepcionados porqué no quedaban, y vamos nosotros y conseguimos. Aunque son bastante caras, hasta revendidas. De verdad. Carísimo.
Vale la pena. Fue fantástico. Y las chicas adolescentes que tenía enfrente se pasaron llorando todo el maldito final. Es triste, vale, pero no para llorar...
Después eran las ocho y decidimos bajar hasta la estatua de Colón señalando América porqué sí, y después decidimos ir al puerto de Barcelona porqué... ¡NUNCA HABÍAMOS IDO! ¡VIVIMOS A HORA Y MEDIA DE BARCELONA Y NUNCA HABÍAMOS VISTO EL MAR DE BARCELONA!
Que por cierto, el nombre de Barcelona en catalán es bastante curioso porque BAR significa bar, CEL significa cielo y ONA significa ola.
En fin, que vimos el mar y era de noche y oímos el retumbo incesante de las olas y fue muy mágico.
Después decidimos ir caminando hasta el párking (me hice mucho daño porqué quería comprar un cactus. y lo iba a coger y lo cogí por la parte verde. se ve que mi cerebro olvidó temporalmente que los cactus tienen espinas), coger el coche y poner rumbo hacia nuestra ciudad. Paramos a cenar en una gasolinera porqué mis padres dicen que si vas a Barcelona y no paras a cenar allí es como si no hubieses ido a Barcelona.
Me gusta Barcelona y me encanta como capital. De verdad, que es una ciudad encantadora. Sobretodo porqué la tienda de Apple es increíble y puedes entrar y fantasear con que tienes todo aquello.
Barcelona es tan grande que siempre hay gente, ambiente, algo a hacer. Hay tantas personas... Tantísimas. No podía evitar mirar a todo el mundo y pensar que nunca volvería a ver a aquella chica, que envejeceríamos y moriríamos. No pude evitar pensar en todos los pasados y en todas las historias. No pude evitar pensar que toda la gente que en aquel instante estaba a Barcelona moriría en menos de 105 años.
Vamos, fue un día feliz.
Os dejo una canción feliz por aquí
Y bueno, amigos, fin de la entrada.
Espero que disfrutéis mucho de las "obligaciones" y espero que disfrutéis mucho de la vida, en general. Si sois de Sudamérica, solo espero que seáis conscientes del privilegio que es estar de vacaciones.
No sé cuando volveré a escribir porqué tengo muchos trabajos de literatura que hacer y mucho por escribir y mucho por cambiar, pero espero volver pronto y renovar de una vez por todas el diseño, que llevo diciéndolo desde el verano (un aplauso, por favor).
