lunes, 27 de abril de 2015

¡ME HUBIERAN GUSTADO TANTAS COSAS!

No te acabes
o por lo menos
por favor
no lo hagas antes que yo.

MARÍA NASCH.



Querido Hume:

Pides consejo: ¡ah, qué humana y peligrosa es esa costumbre! Aconsejar a un hombre que pregunta qué hacer con su vida implica algo muy cercano a la egomanía. Pretender orientar a un hombre hacia la meta correcta y definitiva, señalar con un dedo tembloroso la BUENA dirección, es una tarea que sólo un tonto puede arrogarse.

Yo no soy tonto, pero respeto la sinceridad con que me solicitas consejo. Te pido, sin embargo, que al escucharme recuerdes que un consejo ha de ser por fuerza producto del hombre que lo da. Lo que uno considera cierto puede ser desastroso para otro. Yo no veo la vida con tus ojos, ni tú con los míos. Si me propusiera darte algún consejo específico, me parecería demasiado a un ciego empeñado en guiar a otro ciego.

Ser o no ser: he aquí la cuestión. ¿Es más noble encajar las hondas y flechas del injusto infortunio? ¿O alzar los brazos contra el mar de calamidades...?
(Shakespeare).

Y, efectivamente, ésa ES la cuestión: flotar con la marea o nadar hacia nuestra meta. Es una elección a la que, en algún momento de nuestras vidas, todos nos hemos de enfrentar, ya sea de modo consciente o inconsciente. ¡Hay tanta poca gente que lo entienda! Piensa en cualquier decisión que hayas tomado que tuviera alguna relevancia para tu futuro. Tal vez me equivoque, pero me parece imposible que no implicara una elección por muy directa que fuese entre las dos opciones que he mencionado: flotar o nadar.

Ahora bien, ¿por qué no flotar cuando no se tiene meta? Eso es otro asunto. Es indiscutiblemente mejor disfrutar mientras flotas que nadar en plena incertidumbre. Entonces, ¿qué hace un hombre para encontrar una meta? No un castillo en el aire, sino algo real y tangible. ¿Cómo puede el hombre asegurarse de que no anda tras una gran montaña de caramelos, tras esa seductora meta de caramelo que apenas tiene sabor y carece por completo de sustancia?

La respuesta y, en cierto sentido, la tragedia de la vida es que nos esforzamos por entender la meta, no al hombre. Establecemos una meta que nos exige ciertas cosas: luego las hacemos. Nos adaptamos a las exigencias de un concepto que NO PUEDE ser válido. Supongamos que de pequeño querías ser bombero. Me parece razonablemente inequívoco afirmar que ahora ya no lo quieres. ¿Por qué? Porque tu perspectiva ha cambiado. El que ha cambiado no es el bombero, sino tú. Cada hombre es la suma total de sus reacciones a la experiencia. A medida que tus experiencias difieren y se multiplican, te conviertes en un hombre distinto y, en consecuencia, cambia tu perspectiva. Así ocurre una y otra vez. Cada reacción implica un proceso de aprendizaje; cada experiencia significativa altera tu perspectiva.

Así que adaptar nuestras vidas a las exigencias de una meta que cada día percibimos desde un ángulo distinto parece estúpido, ¿no? ¿Cómo podríamos esperar cualquier logro que no fuese una mera neurosis galopante?

La respuesta, entonces, no ha de referirse para nada a las metas, o en cualquier caso a las metas tangibles. Harían falta ríos de tinta para desarrollar este asunto en su plenitud. [...] Soy el primero en admitir mi absoluta falta de cualificación para condensar el significado de la vida en uno o dos párrafos.

Me voy a desviar para apartarme de la palabra "existencialismo", pero podrías tenerla en cuento como una especie de clave. [...] Poner nuestra fe en las metas tangibles parece, cuando menos, imprudente. Así que no luchamos para ser bomberos, ni policías, ni bomberos. LUCHAMOS PARA SER NOSOTROS MISMOS.

Pero no me interpretes mal. No quiero decir que no podamos SER bomberos, banqueros o médicos, sino que hemos de lograr que la meta se adapte al individuo en vez de obligar al individuo a adaptarse a la meta. En todo hombre se combinan la herencia y el ambiente para producir una criatura dotada de ciertas capacidades y deseos; eso incluye una necesidad profunda de funcionar de tal modo que su vida adquiera SENTIDO.  Un hombre ha de SER alguien; ha de importar.

Así, a mi modo de ver, la fórmula sería más o menos como sigue: un hombre debe escoger el camino que permita el funcionamiento de sus capacidades con la mayor eficacia para la gratificación de sus deseos. Si lo consigue, satisfará la necesidad (pues obtendrá una identidad al seguir un patrón establecido para alcanzar una meta establecida), evitará la frustración de su potencial (pues habrá escogido una meta establecida) y se librará del terror de ver cómo languidece su meta, o cómo va perdiendo el encanto a medida que él se acerca (pues en vez de forzarse a cumplir con las exigencias de aquello que persigue, habrá procurado que la meta se adapte a sus capacidades y deseos).

En resumen, no habrá dedicado su vida a alcanzar una meta previamente definida, sino que habrá escogido un modo de vida con la CERTEZA de disfrutarlo. La meta es absolutamente secundaria. Lo que de verdad importa es cómo funcionamos para alcanzarla. Y parece casi ridículo decir que un hombre DEBE encontrar un funcionamiento que se adapte a su elección; pues permitir que sea otro quien defina tus metas equivale a renunciar a uno de los aspectos más significativos de la vida: el acto definitivo de voluntad que convierte a un hombre en individuo.

Supongamos que crees tener ocho caminos distintos a escoger (todos ellos previamente establecidos, por descontado). Y supongamos que no le vas un sentido real a ninguno de los ocho. ENTONCES - y aquí se condensa la esencia de todo lo dicho anteriormente - DEBES ENCONTRAR UN NOVENO CAMINO.

Naturalmente, no es tan fácil como suena. Has tenido una vida relativamente estrecha, una existencia más vertical que horizontal. Por eso no es difícil entender que te sientas así. Pero el hombre que pospone la tarea de ESCOGER se verá obligado a aceptar, de modo inevitable, que las circunstancias escojan por él.

Entonces, si te encuentras hoy entre los desencantados, no tienes más remedio que aceptar las cosas como son, o ponerte a buscar algo distinto en serio. Pero cuídate mucho de buscar una meta. Busca una manera de vivir. Decide cómo quieres vivir y luego averigua cómo puedes ganarte la vida DENTRO de esa manera de vivir. Pero tú mismo has dicho: "No sé dónde buscar; no sé qué buscar."

Y ahora viene el punto crucial. ¿Merece la pena renunciar a lo que tengo para buscar algo mejor? No lo sé. ¿A ti te lo parece? ¿Quién puede decidirlo, sino tú mismo? Sin embargo, la mera DECISIÓN DE BUSCAR ya supone un gran avance en la elección final.

Si no me obligo a parar, acabaré escribiendo un libro. Espero que no te resulte tan confuso como parece a primera vista. No olvides, por supuesto, que ésta es MI MANERA de ver las cosas. La verdad es que me parece que se aplica a términos bastante comunes, aunque puede ser que no opines lo mismo. Cada cual ha de fundar su credo: resulta que éste es el mío.

[...] Hay más cosas: nadie tiene la OBLIGACIÓN  de pasarse el resto de su vida haciendo lo que no desea hacer. Sin embargo, una vez más, si terminas haciéndolo, asegúrate por todos los medios posibles de convencerte de que TENÍAS que hacerlo. Te sentirás muy acompañado.

[...]

Carta escrita en 1958 por el honorable escritor y periodista Hunter S. Thompson a su amigo Hume Logan, en su respuesta a su petición de consejo vital.









Son las tres de la madrugada y me venía de pinta hacer esta entrada corta. Sin nada de especial (hace mucho que no hago nada que no sean escritos o textos, lo sé). Esta carta de arriba me ha encantado. Y como todas las palabras que florecían en mi cabeza me parecían inefables, he recurrido a esto que, de una manera sencilla, resume todos mis sentimientos e ideales vitales.

Últimamente no estoy muy bien. Aunque estoy bastante inspirada (sí, me contradigo con el párrafo anterior). Cada vez que veo o toco algo, una nueva historia aparece en mi mente. Esta sensación es muy rara, pero debo reconocer que me encanta. 

Y lo añoro todo.
Estos últimos días están siendo difíciles. Yo soy la primera que me pongo las barreras, pero el mundo tampoco ayuda. Pero es normal. Los barcos no llegan a buen puerto si el viento y el mar se entrelazan entre ellos y forman bucles.

Es como si estuviese batallando en dos guerras a la vez.
Y tener dos frentes abiertos es peligroso.
Y adictivo y emocionante.

Y lo estoy empezando a añorar todo. TODO. Añoro la vida que llevaba antes, mucho antes. No mi infancia, sino ese espacio de incerteza y cambios en el que uno pasa de ser niño a ser adolescente. Ahora todo es diferente.
Añoro las conversaciones con A, las risas con C, la carta que me escribió N ayer y la felicidad al lado de J.

Me estoy empezando a añorar de todos mis recuerdos, y no me gusta.
Cómo desearía viajar en el tiempo.

Pero creo que, sobretodo, me añoro a mi misma.
O, al menos, a mis pensamientos. A la forma de ver el mundo que tenía antes.
Yo era un chica amable. Y simpática y abierta y me lo pasaba siempre bien. Era lista, creo. No estudiaba nunca y sacaba las mejores notas de toda la clase. No sabía dibujar. Y ahora tampoco. Tenía las ideas claras y siempre sabía lo qué quería. Era feliz.
(mi infancia no fue tan feliz. pero me gusta recordarla así).
Y nunca me ponía las Converse blancas porque tenía miedo de mancharlas con la arena del patio.
Jugaba siempre con D, con A, con C, con J, con E, con M...
Pero las cosas han cambiado.
No sé nada de D desde hace dos años. Absolutamente nada. Y dudo que vuelva a saber algo de él.
La relación que llevo con A sigue en pie, lo reconozco. Nos une algo demasiado difícil como para romperse. Sabe cómo soy y, en cierta manera, no lo ha olvidado.
Hace mucho que no hablo como lo solía hacer con C.
Y J... J es J.
E se escondió de mi en cuando pudo, y M ya no me cae bien.

Claro que los cambios conllevan a otros principios.
Que he dejado a muchos, pero he empezado nuevas historias con otros. Lo sé.
Pero añoro mis antiguas historias.

Dejé una puerta entreabierta. Todavía entra un poco de luz a través de ella, pero el resto de la estancia esta sumida en la más temible oscuridad. Y no soy capaz de cerrar la puerta de una vez por todas.



Él robaba frases que le entregaba cuidadosamente empaquetadas, y ella abría el envoltorio, se las ponía en la boca y las saboreaba con satisfacción: le encantaba pensar que sí, que por ella él se transformaría en ese buen chico con el que le convenía estar, que él era quien le iba a dar todo lo que ella merecía.
Todo y más.

Y es que hay cosas que tenemos que aprender
(yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
tú a morir y yo a matar).





Algunas veces necesitamos un pequeño empujón para tomar una decisión y otras nos viene mejor una buena paliza (tiende a ser más eficaz) que nos recuerde que estamos vivos.

Gracias por joderme, supongo.
Por estropearlo todo.
Por irrumpir en mi vida de una manera tan fugaz y desordenar mis emociones.

Y es que ya no queda nada para rescatar. Porque cuando saltamos por la borda, cuando decidimos tirar todos nuestros sentimientos en el mar porque acabaran escondidos entre las calamidades del océano, los míos se los comió un tiburón. Sí. Y bueno, los tuyos se construyeron un gran salvavidas hecho, prácticamente, de mentiras. 
No voy a llorar. No te lo mereces.
Has sido calculador y frío y tus palabras nunca han sido sinceras.
Siguen sin serlo, y seguimos hablando en ese lenguaje que solo tu y yo entendemos.
Nunca te creí del todo, pero me diste esperanza. Y empecé a pensar que había algo más en tí dentro de tu corazón, que no podías ser tan falso e irreal.

Pero lo eras. Eras todo fachada y mentiras. Como abrir un regalo y encontrar una caja vacía. Eras una mera ilusión que yo me había esforzado durante muchas noches en creer.
Necesitaba creer en ti.
Y aunque hoy escuecen las heridas (llenas de sal), mañana estarán cicatrizadas y, si quieres volver, tendrás la puerta cerrada. Porque las personas que me hacen daño, que me mienten, que me utilizan, que me fallan y que se marchan sin despedirse, tienen la entrada vetada a mi corazón.

Has sido un espectáculo sin efectos especiales.
Unos fuegos artificiales sin chispas.
Mucho ruido y pocas nueces.
Has sido el elefante, y no la hierba.

Y es que, en realidad, no has sido nada.
Absolutamente nada.
(o al menos esto es lo que quiero creer).


Alguien se ha tomado la molestia de cavar un agujero en el suelo y llenarlo de lodo.
Estoy de lodo hasta el cuello.

Lo último que quiero es que tu también te ensucies.

martes, 21 de abril de 2015

PERSEGUINT UNA ESTRELLA VAIG PERDRE EL CEL

Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.

Sabina.


Sé que dije que lo intentaría.
Como también me prometí a mi misma que no volvería a caer. 
En la trampa.
En su trampa.

Y también, un día, dije que quería vivir.
Pero aquí estoy. 
Jugando con el destino
(cuando él viene a por mi yo me escondo).


You

Abatida. Derrotada.
Muerta. 
Me siento en la cama y me llevo las manos a la cabeza.
Esto no es vida.

¿Porqué todo tiene que ser tan difícil?

El día es soportable. Me alimento de sonrisas, gestos y palabras. Quizá entonces sí que vivo. 
Es ese espacio vacío que se me concede hasta que llega la noche.
Y con ella vuelven los suspiros, los problemas, las preocupaciones y toda la mierda que hay en este maldito mundo. 

A veces parece que solo esté en mi mundo.

El sufrimiento continuo. El dolor padecido. Las ganas quebradas. La esperanza rota.
Mi corazón hecho trizas y mil conclusiones estúpidas más.

Esa sensación tan horrible de sentirte decepcionada (contigo misma) y querer desaparecer. De una vez por todas.

Sé que esto va en contra de mis ideales.
Sí.
Aunque no lo parezca, creo que el mundo es maravilloso.
Que vivir es un placer.
Que los árboles florecen por alguna extraña razón


d | via Facebook


Pero hoy no tengo ninguna razón para creer en la magia de la vida.
Sé que las razones son demasiado superficiales, que todo es superficial si se mira con los ojos equivocados.

El problema es muy simple: creía en los milagros.
Creía en la rendición de la muerte. En los destellos dorados de tu mirada.
En el sol y en la luna.

Y creo que todavía creo en ellos.

Desearía volver
en aquellos tiempos
en que tu y yo
estábamos perdidos
en media de la nada,
y no había ni un mísero
hilo
que nos 
unía.
Pero ahora
hay un sentimiento
de por medio.
Deseo volver
a a la nada.
Al día sin noche.
A la rosada del viento.


The universe in head.

Ya no soy capaz de dirigir el barco de mi vida yo sola.
Te necesito a tú a mi lado,
pero naufragaste en el mar de los sueños.
Y ahora yo navego con un barco
sin tripulantes
(todas tus putas),
sin capitanes
y sin tu
amor.
Acabaré perdida
entre mares.

Como el fuego consume a la cerilla
Yo acabaré reducido a cenizas,
Y tu recuerdo que ya no brilla
Hará de mi corazón trizas.


Yo quiero ser una bailarina más en la fiesta de la vida, pero tu debes ser mi pareja.
Quiero ser notas y silencios, pero si solo eres tu el que me compones.
Estoy dispuesta a vivir, a emprender el camino y a volar.
Estoy dispuesta a hacerlo todo si tu estas a mi lado.


Todo menos algo.
Únicamente deseo una cosa.
Si me la concedes, seré feliz a tu lado.
Pero eres tu el único que puede decidirlo.


Ya han pasado muchos días. Los dos hemos tenido tiempo para pensar. He llegado a una conclusión, pero creo que no te gustará. 

Que no puedo depender de ti. Yo también necesito componer, bailar y escribir.

Ya no quedan cartas en nuestro juego. Ya no queda ninguna otra posibilidad. Desprendernos el uno del otro es la mejor manera de solucionar este revoltijo de emociones y sentimientos sin rumbo que me abruman. 
Ganar al pasado para disfrutar el presente es lo único que me queda por intentar.
Y si esto conlleva olvidar todos los puntos que he mencionado antes, lo haré.

Temo que tus últimas palabras sean una despedida, pero aún temo más perder mi propia voz interior que lucha por salir. 

Ahora más que nunca, he aprendido que mi felicidad me pertenece.

Tarde o temprano aprenderemos que no podemos luchar contra la vida.
Que todo sigue su rumbo, y que no podemos hacer más que quedarnos quietos mirando como el mundo se cae, los pájaros se desvaneces y las hojas de otoño mueren en medio de la nada.
Si las cosas nos han salido así debe ser por algo.


:\

Esto es un adiós pasivo. Una forma de demostrarte que no te he olvidado
(quizá otra manera diferente para demostrarte que te quiero)
pero que ya no te pienso
o al menos no como antes.

La partida ha sido entretenida.
Pero mi rival ha sido demasiado.
Y he perdido.
Otra vez.

viernes, 17 de abril de 2015

Creo que estoy preparada (o tal vez no). Pero ya da igual.


Una vez tuve un amigo que estaba enamorado
(de la vida,
aunque ella de por si sola
ya es destructiva).
Yo le decía que dejara la relación,
que los caminos sin salida formarían
un gran (ínfimo) laberinto en su mente.
Él no me hizo caso,
y una noche de Abril salió a bailar
con ella.
Me dijo que la pista de baile
desapareció
cuando empezaron a mecer sus caderas
al ritmo de la música.
Se ve que,
en la mitad de la canción,
la vida se le escurrió como el tiempo 
de entre las manos,
y de repente, 
mi amigo se encontró solo bailando con el Olvido
en una sala llena de gente sin nombre
y rostros irreconocibles.
Esto no me lo ha dicho nunca,
pero la vida, 
esa noche,
se marchó con el camarero
(a quien abandonó en aquella estación de metro).
Y mi amigo,
bueno.
Mi amigo acabó con dos botellas de ron
(más)
en su corazón.
La vida
había parado
para él.

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¿Hay algo que sostenga al mundo?
Los hilos invisibles que nos unen al títere vital bailan a libre albedrío cuando se sienten libres.
¿Cómo podemos salir victoriosos de una batalla que ni sabemos que estamos luchando?
No existen fronteras para aquellas flechas que se atreven a llegar más allá.

Quiero perderme entre mares.
Coger el tren equivocado y pedirle al conductor que se pare, que deseo bajarme.
Volar para caer.
Caminar descalza en una carretera llena de polvo y piedras.
Y que este polvo sean las cenizas de mis sueños.

Quiero desaparecer para esconderme detrás de la Estrella Polar.
Jugar con el tiempo y los sentimientos.
Reírme de las preocupaciones y preocuparme por estupideces.

Pero estoy aquí, encerrada en esta pequeña habitación con una pantalla de ordenador delante.
Podría escribir sobre cualquier tema.
Pero ahora solo pienso en una cosa: en el mundo que hay más allá de estos ventanales que dan a una calle fría. Solo una fina capa de vidrio me separa del futuro. Y yo no quiero romperla. ¿Existirá también un futuro dentro de esta habitación? ¿Le tengo miedo al tiempo?

¿Puede uno desear lo que teme con todas sus fuerzas?

Imagino como será el mundo que me encontraré allá fuera.
Mi subconsciente ve una mena de paraíso formado entre suspiros de mariposa escritos con la caligrafía de la soledad. Una vida que recuerda la imagen que se crea, no el recuerdo en si. Ese momento mágico antes de empezar a tocar una canción de piano, cuando las notas se discuten entre ellas y crean preguntas entre los pentagramas de silencios. Y entonces las notas se convierten en un sonido real, palpable y sumamente bonito. Una mezcla de emociones. Y mi corazón se revuelca en la fiesta de la música, mientras suena una melodía sin fin. 

Detrás de la ventana me imagino una vida llena de maravillas. 
Algo espléndido, sumamente increíble.

Un mundo lleno de oportunidades para conquerir.



Pero continuo delante de la pantalla, escribiendo unas palabras sin sentido que luchan con torpeza para salir de todo el revoltijo de emociones que estoy hecha. 
Y mi mundo permanece allí fuera, aullando a la luna una melodía sin letra y cantando bajo las estrellas fugaces una canción en re menor.
Sigue sin ser descubierto.
Porque hay un temor encubierto que me impide abrir la ventana y gritar a pleno pulmón, en medio de la noche, que somos jóvenes y que pararemos los trenes en las Estaciones equivocadas. 
Me callo las palabras y sigo escribiendo.
Me gusta observar el mundo des de fuera. Que se desplome. Que caiga y se retuerce.
Yo seguiré aquí, tecleando hasta que vuelva a salir el sol y la luz caiga en picado hacia mis dedos.

No entiendo a la vida: se me escapa como la arena de entre las manos.

Tumblr

No entiendo cual es el lugar que el mundo tiene guardado para mí, no sé qué hago aquí.
Siempre me han dicho que vivimos para cumplir expectativas propias que nos hagan sentir bien.
Que debemos encontrar al menos tres cosas por las que luchar durante cada uno de los días de la semana. 

Pero nadie contaba con el factor sorpresa. Ese que te acaricia la espalda mientras suena el acorde de re menor. Lo hace bien. Y nosotros no nos damos cuenta de que siempre ha estado allí, acompañándonos.

Pero ahora la música ya ha parado, y el sol está a punto de salir.
Las mariposas pierden sus colores y los poetas mueren entre palabras.

Por eso quiero la vida de detrás la ventana. Un mundo sin límites ni barreras.
Allí la felicidad es palpable.
Los sentimiento afloran cuando comienza el deseo.

Quiero conquerir el mundo, pero no sé si soy demasiado fuerte como para romper el cristal de la ventana.

Nota a parte: morí dentro de estas cuatro paredes. Continuo creyendo que el mundo visto desde fuera parece bonito.

Todo parece bonito
visto desde afuera,
lo complicado es
aprender a mirar
y a ver
desde dentro.

-


Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mimos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mimos.

FERNANDO PESSOA.



He entendido que el amor no es un fin ni una meta,
que no es una guerra ni una batalla.
El amor es el espacio de tiempo
en el que una persona está dispuesta
a entregar todo lo que es
a otra persona.
El amor es el camino 
que ama a sus cardos
y desprecia 
a sus rosas
(azules).



Dicen que en esta vida es necesario tener una meta, un motivo por el que continuar luchando. Algo por lo que existir. Tengo multitud de metas, de "razones de ser". Algunas de ellas me han llenado, y han desbordado el río de los sentimientos.
Hoy, por fin, me he dado cuenta de que tu también eres una de mis razones de vida.
Pero sigues empeñado en disfrazarte cada vez que te pienso.

Caminaba distraída vagando por la ciudad, cuando de repente, me he dado cuenta de una cosa muy simple: que te quiero. Me he girado y he cambiado la dirección de mis pasos. El rumbo de lo incierto a lo casi-incierto. De imposible a improbable, y de ahí todo recto hacia la probabilidad, hasta quedarme a un milímetro de la posibilidad.
 A unos días de ti.

Te busco, y no solo entre recuerdos. Te busco físicamente porque quiero encontrarte, deseo echarle algo de valor a mi vida de una vez por todas. Han sido demasiados días viviendo de sueños e ilusiones, y ahora toca masticar bien la esperanza.

Esta noche nos desnudaremos
y la luna recortará nuestros cuerpos de papel
cuando hundiré mi cabeza
en tus pelos,
aspirando
el aroma de tu colonia,
escondiéndome entre 
los fosos de tus costillas.
Que quiero convertir tus 
lunares en flores,
y saborear la 
suave historia 
de tu cuerpo
sobre el mío.

:)


Últimamente estoy bastante feliz.
Tengo ganas de escribir sobre esperanza.
La tristeza y yo hemos pactado una tregua (aunque ella a veces no la respecta).
Mañana tengo otro concurso de escritura.

Y os sigo queriendo a todos.
-Diana.

martes, 7 de abril de 2015

YOU CAN'T BE FEARLESS, REMEMBER?

Pero a mi alma pongo por testigo,
que yo amo a primera vista,
que no descansaré hasta que asista,
a un recital en honor a tu sonrisa,
y me dejaré recorrer sin prisa,
el sendero que recorre el camino a tu cama,
y si el destino ayuda a esta dama,
tarde o temprano seras mío,
como mías son las ganas.


antisocial

Y me disfrazo de ti, 
después de bañarme dentro del océano de lágrimas de plata 
que ha dejado tu efímera presencia en mi corazón. 
Me gusta el vacío que provoca tu ausencia. 
Al menos esta noche, 
hasta que el amanecer nos separe y tengamos que dejar de fingir que no nos conocemos.


(avanzar hasta el segundo 52, gracias).

"No estar bien está de moda, y no por común acuerdo sino por una especie de ignorancia generalizada que tiene una causa original profunda, oculta y muy antigua. Cualquier momento de malestar en tu ser es indicio de que has aprendido a creer que eres otra persona que no es la que realmente eres. No recobrarás el bienestar hasta que sepas que tu yo no es otra cosa que el "yo" que dice "yo soy". Si añades algo detrás de "yo soy", no serás tú. Es una ficción, un constructo, un producto de tu imaginación. Sufrirás como consecuencia de ello, pero es improbable que asocies una cosa con otra porque es improbable que reconozcas que no eres quien crees que eres.

Cuando creas que eres algo más que el "yo" que dice "yo soy", inconscientemente despreciarás tu ser y sabotearás tu naturaleza pacífica y afectuosa. Empezarás a pensar que tienes que "ir a ser" a otra parte, que tienes que "ir a hacer" algo importante, que tienes que "ir a lograr" algo significativo. Todo ello desemboca en una especie de ausencia perpetua de tu propia vida. Estas son las estrategias que utilizamos para evitar nuestro propio yo. De ahí viene eso de: alguien que intenta ser alguien, no sabe cómo ser.

Ser o no ser, siempre una elección falsa.

Siempre eres el "yo" que dice "yo soy".

Y eso es TODO lo que eres."


i hope

No puedo imaginarme el infinito en toda su plenitud. Cuando intento dar un rumbo fijo a mis pensamientos, las preguntas sin respuestas que habitan en mi mente acaban totalmente desorientadas. Mis ideales, esclavos de una sociedad que los persigue, creen inconscientemente en unos límites que ellos mismos han establecido. Hasta cuando las estrellas tiemblan bajo la tenue luz del amanecer y las nubes me abrazan con calma, soy incapaz de soñar y volar en este cielo eterno aspirando el placentero aroma de la libertad. La ciencia, pese a haber roto los muros del saber, nunca será suficientemente fuerte para descubrir los secretos infinitos que nos guarda el mundo. 

¿Los sueños, la motivación y las ilusiones también pueden ser infinitas?
¿El canto de las sirenas puede alzarse por encima de las incógnitas que pueblan la vida y así ganarse un lugar en el firmamento?
¿El amor puede ser un grito de guerra pronunciado en medio del inevitable deseo y de la eternidad de los segundos?
Si es que hasta en el más infinito silencio, el amor lo dice todo.

Mientras la Tierra destruye el universo a su paso, yo prefiero unir las incertidumbres en constelaciones y así crear una melodía eterna que recuerde eternamente mi vuelo alado.

El infinito es demasiado complejo y quizá nunca podremos comprenderlo.

¿I si el límite es infinito?

The moon

Quan es fa de dia a la ciutat dels adormits, 
tothom persegueix les hores.
Mai no s'adormen els despertadors. 
Mai no es desperten les persones.
I en algun racó d'aquest desastre 
el matí és un sastre que amb el sol i la persiana
embasta un vestit de llum sobre el teu cos.
Tu i jo seguirem dormint 
i allargarem el somni de la nit
com un borratxo que balla mentre desmunten l'orquestra.
Que a fora s'ensorri el món.
Que caiguin mil tempestes.
Desfarem amb els peus, a poc a poc, les onades de la pressa.
Que s'ensorri el món.


Ilustration by Paula Bonet

Y con la llegada de la primavera las flores inician un vals eterno entre los pentagramas del azar,
los pájaros descubren secretos escondidos bajo las aguas que pueblan mis ojos,
los recuerdos se van como el tiempo,
y el vaivén del viento me hace pensar en lo efímera que fue su existencia y en el porqué de la mía.

El sol de la vida brilla en el día a día de todos aquellos que creen en los milagros.
Los colores inician una lenta travesía que supera los muros de la mediocridad.
El cielo se enciende con la llegada de la esperanza.
La diversión emborrona los sentidos y nubla la mente.
La magia es palpable.
La fe en la primavera vuelve.

Que ya se que debo ser feliz, y es que no lo he intentado lo suficiente.

Pero me cuesta, esa sensación tan familiar de no tenerle.
Y es que su ausencia me desgarra como una cuerda a la garganta.

E

Sigue lloviendo en mi corazón, y te recuerdo a cada instante.
Cuando la lluvia pare, el sol brille y los coches           
Ya no estén mojados, yo te seguiré recordando,
Porque hace falta algo más que un poco de lluvia para borrarte de mí mente


.


No sé muy bien a qué ha venido esto. Supongo que lo necesitaba.

Las dudas me invaden noche tras noche, y ya no sé cómo organizar este laboratorio de imágenes, pensamientos y recuerdos ficticios.

No quiero que penséis que solo sé escribir sobre desgracias.
Más de tres personas hoy me lo han comentado, y sé que, tarde o temprano, leerán esto.
No es un mensaje dirigido a ellos.
Es para todos.
Me considero una persona feliz. 
Río, y siento, y lloro, y me divierto, y sueño.
Tengo mis ilusiones y esperanzas. Mis momentos y mis recuerdos.
Pero de vez en cuando la nostalgia acude a mí, y entonces necesito plasmar mediante palabras torpes todo aquello que me callo.
Nunca he sido dueña de mis silencios. 
No sé porqué hablo tanto sin saber siquiera si soy yo la que está pronunciando esas palabras.

Espero que algun día me perdonéis.
Espero ser capaz de perdonarme algun día.

Gracias a todos.
-Diana.