lunes, 17 de agosto de 2015

tarde o temprano, a alguien tendrás que decirle la verdad inexorable.

Sostengo con dos manos la esperanza
porque sé que es el único aliento 
que vive a la intemperie.

Y no escondo mi palabra
salgo a vivir con el alma descubierta
que el corazón que no canta
no ejerce su oficio con altura.

(Roberto Santoro)

 

(yo que sé, escuchad lo que queráis)
(os dejo que lleguéis a la conclusión de que realmente queréis escuchar las dos, si señor)


No tengo ganas de escribir y verdaderamente no me sale nada. Quería decir muchas cosas y ahora no sé cuales eran. 
Es un poco raro hacer una entrada con tan poca información así que mejor que me calle. 
Pero debía enseñaros Gymnopédie 1 de Erik Satie porque es simple. Y porque, además, Satie me encanta en pequeñas dosis.
Todos sabemos que tanto Gymnopédie y My heart will go on son dos obras fáciles de tocar pero meh. Son de esas que restan olvidadas durante mucho tiempo en nuestra memoria y, un día, por vete a saber tu qué razón, las recordamos y sentimos una especie de inconmensurable valor hacia ellas. 
Aunque sí que quería decir algo. 

🍉🍉

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Sé que esto de ser un inconformista últimamente está muy de moda y... Bueno, los que mejor me conocéis sabéis que siempre quiero tener la razón con todo y que lo discuto todo y que todo me parece mal porque creo que mi manera de ver es la correcta. Esto no podría nunca parar de ser así, porque lo es y ni yo tengo el poder para cambiarlo. 
Me refiero a que cuando uno se hace adolescente quiere ser un inconformista. Hay de dos tipos: de los que salen en los libros de Blue Jeans y de los que realmente creen incondicionalmente en unas ideologías radicales para defender. Y todos y cada uno de esos adolescentes se esmeran diariamente en que otros adolescentes con otras ideologías distintas entiendan las suyas solo, a veces, para demostrarse mutuamente que tienen algo en lo que se aferran al creer en ello. Y esto es algo absolutamente perfecto; la diversidad de opiniones y la comunicación humana es siempre un logro. Todo el mundo, también, sueña mucho. Piensa en qué será de grande y cómo será su vida. Si habrá encontrado el amor o si todavía vivirá con sus padres. Si se levantará todas las mañanas y tomará un café agrio o si será de aquel grupo de extraños que trabajan durante las noches. Si podrá hacerse cargo de su vida o si siempre estará corriendo de un lado para otro intentando poner orden. A veces creo que, alguien, allí arriba, se ríe de nosotros muy fuertemente. 
Todo lo que en un futuro seremos será, en parte, fruto de nuestras ideologías actuales. Está como relacionado. Eso de vivir el presente es muy bonito pero nunca debemos olvidar el futuro, porque llegará más pronto de lo que esperamos. 
Mi futuro es algo que me aterroriza a ratos. Acepto también, a ratos, la sencillez que probablemente tendrá mi vida, y creo que podría vivir con ella. Podría formar parte de esa gran parte de personas que, cuando cumplen los treinta, deciden copular y se dedican intensamente durante todos los años siguientes a amar a sus hijos. Y no es una vida mala. Como adolescente inconformista podría odiar a gran escala el futuro predecible que todo el mundo espera pacientemente, y si es bien cierto que el matrimonio me da miedo, no renunciaré nunca a la idea de tener hijos o de llevar un vida tranquila, predecible, comparable a ese momento en que lanzas una piedra en un lago y se forman ondulaciones en el agua. Últimamente acepto el hecho de vivir como una más. Creo que hay algo que esta muy por encima de todo lo que prevalecerá mío en este mundo, y está única cosa es cómo voy a prevalecer yo en mi mundo mientras viva. Quiero aprender mucho y reír todos los días y despertarme y olvidar los relojes y cuidar a la gente y querer a más no poder y tocar el piano y poder lavar los platos después de la cena. Ante todo, cumplir los objetivos de uno mismo es la clave. Y no los objetivos del mundo hacia uno mismo, sino esos a los que un individuo puede llegar según su capacidad. No adaptarnos al mundo, sino que el mundo se adapte a nuestro ser (que es más importante todavía).
No renunciaré a la sencillez, pero yo soy una persona muy (y nunca nunca podréis imaginaros cuanto) muy complicada. Y ahora río de lo que acabo de escribir en el último párrafo, porque no sé cual es mi verdad.

Tumblr

Qué difícil es caminar entre la gente y simular que no se ha muerto.
Y en este juego de trágica pasión, confesar que aún no se ha vivido.

Uau. Suerte que no tenía nada a decir.
Y... El otro día descubrí el miedo. 
A veces pienso y recuerdo y me siento como lejos. 
Me estoy dando cuenta de que cojo cariño muy rápidamente.
Aunque nunca lo demuestro. 
Ahora me ha venido a la cabeza una vívida imagen de N. el último día que la vi y se me encoje el corazón pensando en que nunca haré lo que me pidió. Y se me encoje más al saber que la quiero de la misma manera en que se puede querer a alguien que sabe más de ti que uno mismo.
Porque N. siempre me decía que era una persona persona cerrada y dura mientras me miraba con esos ojos brillantes y, entonces se giraba hacia mi hermana y comentaba que ella era mi polo opuesto, tan cariñosa y dulce. 
Y siempre recordaré esas palabras de N. Esas letras. Esas cartas. Lloré delante suyo como lo estoy haciendo ahora.
Paro ya que esto parece un puto confesionario. 
Quizá me cuesta admitir que le cojo cariño a la gente. Que quiero a muchas personas. Que el mundo se me haría insufrible si alguna de ellas desapareciera. Y me da miedo ver y pensar en toda aquella gente que me importa. 
Como siempre, una cosa lleva a la otra. Todo esta pulidamente relacionado y entrelazado. 
En realidad, he empezado todo esto queriendo deciros una sola cosa: el momento en que se cae un cuadro.
Sí.
Cuando se cae un cuadro. ¿Dónde estaba escrito que en ese mismo momento, en ese preciso tiempo, el cuadro tenía que caer? ¿Porque no otro día? Cuando un cuadro se cae. Cuando se cae un cuadro. Nadie lo sabe, pero es algo que todo el mundo conoce. Cuando alguien clava el cuadro en la pared quizá piensa en el día, tarde o temprano, que caerá. El cuadro tampoco lo sabe. Nadie lo sabe. Simplemente, llega el día indicado, y cae. 
Es una de esas cosas que es mejor no pensarlas, porque si no puedes acabar volviéndote loco. Cuando se cae un cuadro. Cuando despiertas una mañana y ya no amas. Cuando ves un tren y piensas tengo que largarme de aquí. Cuando te miras en el espejo y te das cuenta de que eres viejo.
Me operan de la rodilla en septiembre (nada importante) y me jode muchísimo. Espero que ese día no caiga ningún cuadro. 

el azul.

(a veces pienso que me estoy volviendo loca porque digo cosas sin sentido y porque pienso cosas sin sentido y porque actúo sin sentido y porque tengo unos cambios de humor bastante alarmantes) 

Yo no sé por qué vivimos. El don de la vida nos llega de no sé qué origen, ni con qué propósito, pero creo que podemos seguir viviendo por la razón de que (siempre, claro, hasta cierto punto) la vida es lo mas valioso que conocemos y en consecuencia, presumiblemente, es un gran error rendirla mientras no quede algo de ella en la taza. Dicho de otro modo, la conciencia es un poder ilimitable y, aunque a veces parezca que sólo nos brinda noción de las desgracias, en su manera de propagarse de oleada en oleada de tal modo que nunca dejemos de sentir, aunque a veces aparentemos, intentemos, recemos para que algo nos mantenga en nuestro lugar, se establece un punto de vista del universo que tal vez sea bueno no olvidar. Tienes razón en tu conciencia de que todos somos ecos y reverberaciones de lo mismo, y te comportas con nobleza cuando tu interés y tu piedad hacia lo que te rodea parecen tener el poder de sustentar y armonizar. Pero, te lo suplico, no prodigues demasiado tu compasión y tu ternura. Recuerda que toda vida es es un problema especial que no es tuyo sino de otros, y conténtate con el álgebra terrible del tuyo. No te fundas demasiado con el universo; al contrario, sé tan sólida densa y firme como puedas. Vivimos todos juntos y los que amamos y sabemos lo experimentamos aún más así. Nos ayudamos mutuamente, incluso de manera inconsciente, cada uno con su esfuerzo alivia el de los demás, contribuimos a la suma del logro, hacemos posible que los demás vivan. El dolor llega en grandes oleadas -nadie lo sabe mejor que tú- pero rueda por encima de nosotros, y aunque podría habernos asfixiado, nos deja en pie y sabemos que, si él es fuerte, nosotros lo somos más; porque el dolor pasa y nosotros permanecemos. Nos desgasta, nos usa, pero nosotros a cambio hacemos lo mismo con él; y el dolor es ciego, mientras que nosotros en cierto modo vemos. Mi querida Grace, estás pasando por una oscuridad en la que yo mismo, en mi ignorancia, sólo alcanzo a ver que te ha hecho enfermar terriblemente; pero sólo es una oscuridad, no es un fin, ni el fin. No pienses, no sientas en la medida en que puedas evitarlo, no saques ninguna conclusión ni decidas nada; limítate a esperar. Todo pasará y vendrán los misterios y los desencantos y que sí aceptamos, así como la ternura de unas pocas personas buenas y nuevas oportunidades y, en pocas palabras quedará mucha vida por delante. Harás todavía muchas cosas distintas y yo te ayudaré. Lo único es no fundirse en el instante. Insisto en la necesidad de una especie de condensación mecánica, de tal modo que por mucho que corra el caballo, cuando decida detenerse, quede montada en la silla una G.N algo agitada, pero perfectamente idéntica. Procura no enfermar: es eso todo; porque en eso hay un futuro.

(carta escrita el 1883 de Henry James a Grace Norto en petición de consejo)


Suenan las dos al reloj y no hay nada más importante salvo que suenan las dos.

Cuanto estés triste ponte a cantar.
Cuando estés alegre, a llorar.
Cuando estés vacío, de verdad vacío,
ponte a mirar.

4 comentarios:

  1. Diana, no es la primera vez que veo una de tus entradas y me siento identificada o, al menos, llega un poquito de todo eso que escribes a "mi alma".

    "No adaptarnos al mundo, sino que el mundo se adapte a nuestro ser". Es ahora una de mis frases favoritas. Espero que no te moleste para usarla en algunas ocasiones.

    Bien. Si tú estás loca, yo estoy demente. ¿Compartimos habitación en el manicomio?

    Te mando un abrazo grande, de esos en los que se rodea toda la parte superior de la espalda y con los cuales te sientes protegida. Por cierto, tengo un amigo que da unos abrazos de ese tipo. No me canso de abrazarlo.

    Cosa en común: Malestar en la rodilla.
    Aunque desconozco el grado de molestar que tienes en la tuya. El mío mejora cada día, cosa que agradezco.
    Mucha suerte en la operación.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Ordinary Whispers!

      No sabes lo contenta que me has hecho esta mañana cuando me he despertado y he visto tu comentario. Todos son agradecidos pero los tuyos ya tienen una marca especial, y esto es así. Pues eso, que me has hecho muy feliz y he tenido un buen despertar.

      Y me ha encantada que hayas puesto "mi alma" entre comitas.

      Muchas, muchas gracias por todo.
      ¿Compartimos amigo?

      Con cariño,
      Diana.

      Eliminar
    2. Claro, sólo hace falta dividirlo... O tal vez sería mejor enviarlo por paquetería.
      Me alegra mucho que te alegrara la mañana. Eso me alegró a mí mi mañana.

      Un abrazo, Ordinary Whispers.

      Eliminar
  2. (Pues sí que menos mal que no tenías mucho de qué hablar... jajaja)
    Siempre me gusta leerte, y las dos piezas de piano son preciosas.
    Un beso enorme♥

    ResponderEliminar

Leo todos los comentarios e intento responder a todos los que puedo.
Gracias por pasar un poco de tu tiempo aquí. Lo valoro mucho.
Si quieres dejarme tu blog estaré encantada de echarle un vistazo.

Con cariño,
Diana.